Buenas de nuevo, a ver si consigo escribir con mas frecuencia...
Empezamos la semana el dia 15, que resulto ser el cumpleaños de Ana Maria. Por tan señalada fecha, Costin le trajo un ramo de flores, y ella nos invito a comer unas pizzas, y a unos pastelitos (eclairs, que vienen a ser como los petisus nuestros). Por la noche me vino a recoger la nena, con un bonito picotazo en el ojo, un bicho le habia dado la noche... y dando un paseito, cenamos en la Mama, donde la nena descubrio los placeres de la Musaka.
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Palinka, Palinka! |
El martes vino la nena a comer conmigo al mediodia, y fuimos al Hanu Berarilor.
El miercoles, despues del curro, dia tranquilito, nos quedamos en casita preparando las cosas para el viaje del fin de semana.
El jueves, al mediodia, vino Mihai a comer con nosotros, junto con las otras nuevas incorporaciones Iovanna y Alexander. Mihai resulta ser Moldavo, amante del vino y del pescado. Buena gente. Por la noche tuvimos otra fiesta de despedida de erasmus...esta vez se trataba de Paulo, un Portugues de Oporto que la habia liado un poco con los vuelos de vuelta. Tomaba el vuelo de Otopeni a Madrid a las 11 de la mañana,y el vuelo de Madrid a Oporto a las 9...de la misma mañana!! Nos echamos unas risas y Javi, el madrileño, le dio el telefono de su hermano, por si necesitaba quedarse a dormir en Madrid. No sabemos como ha terminado la historia. La cena fue muy agradable, pedimos jarras de cerveza de 1 litro, y la nena y yo pedimos una ciorba en pita y un plato a base de pechuga de pollo, bacon, champiñones, smantana (una crema a base de nata) y con patatas. Mu rico. Y de postre...Papanashi!
Despues de la cena nos volvimos a casa mientras estos se iban de petrecere! Que el dia siguiente iba a ser entretenido para nosotros.
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Vision al pedir las cervezas |
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Vision al terminar las cervezas |
El viernes, por fin el dia cortito...menos mal. Pase el dia bastante tranquilo hasta la hora de salida, y la nena y yo nos fuimos al mcdonalds a comer algo y luego a recoger el coche...siiii! El coche, un Chevrolet Spark, era mas pequeño que un twingo, con eso os lo digo todo. Mi imagen en el interior me recordaba a Hightower entrando en el coche en loca academia de policia. Despues del papeleo y la revision, cogimos el gps y empezamos el viaje a eso de las 18. Todo fue bien hasta salir de la ciudad y encontrarnos con...La niebla! Menos mal que pillamos el GPS...porque la niebla era de cortar con cuchillo... y mas bien afiladito...No vimos nada de nada durante el viaje, y apenas vimos algo cuando llegamos. Ademas, el GPS se volvio algo tonto en Constanza y nos hacia dar giros imposibles (estaban prohibidos) o por carreteras cortadas. Asi que a recalcular, chaval.
Llegamos al hotel sobre las 21:00, la habitacion estaba bien, tenia incluso cocina y nevera. Con cama de matrimonio comoda, y el baño limpio, aunque el extractor hacia un ruido infernal.
Después de ver nuestras opciones de cena, nos arriesgamos a volver a salir con el coche y dirigirnos al centro de la ciudad, en busca de algún restaurante. Más aventuras con el GPS por sitios insospechados, pero finalmente llegamos al casco antiguo, a la Piatsa Oividiu. Despues de ver un restaurante griego...que estaba vacio, nos decidimos por Pizzico, que estaba lleno. Ademas, dio la casualidad de que el dueño y alguna de las camareras hablaban un poco de Español, y fueron muy atentos con nosotros.
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Foto con niebla |
Alli nos pedimos una botellita de vino semi seco, una ensalada de la casa, un plato fritura variada (que en la cuenta era Fritto Misto Malagueno, a base de palitos de cangrejo a la plancha, gambas, salmon y calamares junto con salsa tartara) Y de postre un crepe relleno de platano y helado de vainilla. Todo por 136 lei (34 euritos).
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Noroc! |
Y lo mejor...a la salida...
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No hay niebla! |
La niebla se levantó! Así que dimos un paseito corto por los alrededores, y al hotel a dormir (no sin antes dar unas cuantas vueltas).
El sábado
Nos levantamos temprano y bajamos a desayunar (el desayuno estaba incluido). El restaurante es pequeño, como 2 habitaciones unidas, con 4 mesas en cada una. Una tercera habitación albergaba el bufete...que estaba bastante vacío. Una empleada sale y nos informa de que nos podemos sentar, que nos lo lleva. Nos da dos cartas a elegir entre 4 variaciones de desayuno, no es un bufete libre, pero esta bastante bien. Terminamos el desayuno y nos vamos de nuevo hasta la Plaza de Ovidio.
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Que diferencia eh? |
De allí empezamos dirigiéndonos a ver el famoso mar negro, que no lo es tanto.
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Mar no tan negro |
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Una estatua mas bien negra |
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Un clic en el Casino de Constanza |
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Estatua a los marineros, frente al casino |
El Casino de Constanza, desafortunadamente esta cerrado en esta época del año. Subimos frente al casino y nos encontramos con la catedral de Constanza.
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Con tejaditos dorados |
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Un fresco de la entrada |
Justo detras, esta la mezquita de Constanza, a la que entramos. Una señora mayor (de esas de las del facebook) nos indica mediante gestos que podemos entrar, y que arriba cuando salgamos atemos la puerta. La entrada cuesta 2 lei por persona. Uno de los mayores atractivos, es una de las alfombras hechas a mano mas grandes...pero que desafortunadamente estaba enrollada.
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El rollo enorme de la derecha es la mega alfombra |
Despues, subimos los 140 escalones hasta subir al minarete.
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Vista de 3 templos de 3 religiones |
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Puerto |
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Piatsa Ovidio |
Salimos de la Mezquita, y nos dirijimos a la Piatsa Ovidio, donde vemos un cartel bastante simpático...
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Precaucion...Tetas? |
Salimos de la piatsa, y nos dirigimos hacia la playa...que ya hace calor!
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"Calor"...14 grados |
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Si, aquí también hay perros callejeros |
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La playita! |
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El puerto deportivo |
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No,no esta montando en bici |
Esta sentada en una terraza muy concurrida donde nos sentamos a comer. Esta a la entrada del puerto deportivo, pero no es caro. Nos metimos entre pecho y espalda un par de platos de sopa de pescado, un plato de algo parecido a bacalaillas...y tiburón rebozado, junto a un par de birras.
Echamos un ratito sentados, disfrutando del sol, y luego nos dimos una vuelta mas por la ciudad.
Y decidimos irnos a Mamaia, una zona puramente turistica, situada un poco mas al norte.
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Viva el temporizador! |
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Foto dedicada a Dani, aunque no me lea |
Mamaia es casi una peninsula. Tiene a un lado el mar, al otro un lago y esta unido al continente por dos lenguas de tierra. Al atardecer, pudimos disfrutar de la puesta de sol en el lago...
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Foto zen |
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Corre corre que te cojo |
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Si, el lago esta helado |
Volvemos a Constanza, al hotel, para descansar un poco y luego nos vamos a cenar un pedazo de kebab que no nos caben en las manos (literalmente), junto con dos botellas de refresco de medio litro, por 14 lei (menos de 4 euros!). Y despues de una vuelta mas...nos vamos al hotel a dormir.
El domingo
Después de otro desayuno reparador, dejamos ya el hotel y nos dirigimos a Mangalia, otro pueblo al sur de Constanza, con pinta de ser medio interesante. Allí vimos un monumento a los héroes rumanos de la segunda guerra mundial.
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Parte del monumento |
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Ainhoa durmiendo en el monumento |
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Mural de la casa de la cultura |
Bajamos hasta la playa, para disfrutar de un partido de ¿
fútbol? amistoso, entre dos equipos...que parecían tener mas de once cada...
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de hecho son 14 por equipo... |
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Las playas, de arena blanca |
Y como punto extraño del pueblo...cisnes en el puerto!
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Rodeados de gaviotas, eso si |
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El puerto de los cisnes |
No había mucho mas que ver, así que volvimos, pasando por urbanizaciones como Júpiter o Neptuno...pasamos en puente sobre el canal que une el Danubio con el mar negro... y vimos algunos de los carruajes mas tipicos rumanos...aunque luego nos hartariamos de ellos...
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Canal del Danubio |
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Burrito! |
El viaje de vuelta lo hicimos con lluvia y viento...A destacar, el puente sobre el Danubio a la altura de Cernavoda...que tiene una entrada en piedra impresionante...
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Acercandonos... |
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Detalle del puente |
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Vistas desde la mitad del puente |
Despues de cruzar el puente, cogimos la carretera de Feteshti, para dirigirnos a Calarashi. Pasamos por un buen numero de poblados, de casas bajas, tipo chalet (o chabola). Alguna iglesia aislada, y muchos carros.
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Iglesia aislada |
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casa y chabolas |
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Como comprenderéis, no íbamos a parar |
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Las calles de Calarashi, tampoco fueron una maravilla |
En Calarashi paramos finalmente para comer algo (un par de pizzas en un bar/billar/pub) y volvimos a la marcha hacia Bucarest. Llegamos lloviendo y despues de devolver el coche, para casa a descansar y otra semana pasada...